Nutrición avícola apunta hacia el uso de microminerales y enzimas especializadas

Los avances en materia de nutrición han permitido la formulación de dietas óptimas que contribuyen con el crecimiento e inmunidad de las aves

 

La Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO), enfatiza que a nivel de costos, los piensos son esenciales para la avicultura, lo cual se debe, además, a la calidad y disponibilidad de requerimientos básicos como minerales, aminoácidos, proteínas, fuentes de agua y vitaminas.

 

En este sentido, los esfuerzos de la industria están orientados a fomentar la nutrición de las aves, atendiendo a los requerimientos de su metabolismo en cuanto al balance de nutrientes. Para los productores, sigue siendo prioridad el suministro de dietas acordes con las necesidades de la granja, partiendo de la mezcla de cereales, grasas, entre otros aditivos.

 

Pero, ante una posible escasez en el mercado, surge la necesidad de utilizar alimentos alternativos, que incluyen ingredientes especiales que se añaden al consumo de los pollos. Por otro lado, sigue vigente la inquietud del manejo de los piensos, pues estos deben estar libres de contaminación. 

 

Hablando en términos de conversión alimenticia, las aves son más fáciles de adaptar, considerando que, al igual que el sector porcino, reciben alrededor del 70 por ciento de cereales. De hecho, la producción de pollos de engorde ha avanzado sustancialmente gracias a la implementación de técnicas de nutrición que han sido combinadas con estrategias de manejo, genética y control sanitario.

Principios básicos en nutrición avícola 

La ciencia ha permitido que hoy en día los productores tengan claro lo que implica la elaboración de proteína ideal, acorde con la inclusión de la treonina, los aminoácidos y la lisina, todo en función de las diferentes fases de crecimiento, la temperatura de las instalaciones, el sexo de los animales y por supuesto, los objetivos de producción relacionados con la ganancia de peso, volumen de carne, grasa abdominal o sencillamente, la conversión de alimento.

 

El equilibrio perfecto del alimento de los pollos se sustenta en la cadena de aminoácidos, entre ellos, la isoleucina y la valina, además de la leucina. Algunas sustancias sintéticas como el triptófano han sido incorporadas en el mercado, lo que ha facilitado el diseño de excelentes dietas. El análisis de cada ingrediente permite que se tenga más conocimiento sobre el coeficiente de consumo, asociado con un valor estándar de digestibilidad.

 

Minerales

La disponibilidad y el precio de los microminerales han incidido en el consumo de alimento en pollos de engorde, cada vez mayor en la avicultura. A diferencia de otras fuentes de alimento inorgánica, es más fácil conseguirlos. Contienen moléculas con aminoácidos y proteínas que resultan beneficiosos para el sistema digestivo de los pollos, en vista de que no hay interacción con otros componentes. Su rendimiento es óptimo (el resultado se evidencia en la canal), es menor la cantidad de residuos, por lo que resultan amigables con el ambiente. 

 

Otra ventaja de utilizar microminerales, es que se puede disminuir la ración de otros minerales sin impactar en la producción de la granja. Prácticamente, en la mayoría de los sistemas de explotación se han sustituido los minerales inorgánicos por este tipo de fuentes. En efecto, el desarrollo de la biotecnología hará que estos componentes puedan fabricarse y comercializarse a mayor escala.

 

Enzimas

Los estudios de laboratorio han confirmado que las enzimas son muy útiles al satisfacer los requerimientos nutricionales en pollos de engorde, debido a que están sujetas a los parámetros de nutrición. Al emplearse con fines específicos, se pueden alternar e incluso, mejorar con el suministro de otras sustancias de tipo vegetal que a veces no son digeridas de forma adecuada. Así, se reducen los agentes contaminantes. 

 

Desde hace 10 años, se confirmó que las enzimas exógenas como la β-glucanasas, eran sumamente vitales y gracias a la tecnología, hoy en día se dispone de muchas otras que interactúan con los polisacáridos no amiláceos, minimizando el uso de fósforo. La idea es contar con una buena fuente energética, como las proteasas o amilasas, que actúan de manera similar en presencia de aminoácidos.

 

Estrategias de nutrición en aves

 

Nutriogenómica

Otras estrategias que permiten trabajar con requerimientos nutricionales son la nutriogenómica y la epigenética. Los expertos pueden anticiparse al desarrollo de los animales, programándolos para la conformación de tejidos y características únicas, sujetas a la nutrición, incluso a nivel embrionario, definiendo el comportamiento de los pollos de engorde. 

 

Mediante el uso acertado de estas técnicas, las granjas han experimentado de cerca con la calidad de las aves, las cuales cuentan con un avanzado crecimiento: salud intestinal, muscular y esquelética, aparte de que obtienen buena ganancia de peso, alta inmunidad y excelente conversión alimenticia. 

 

Espectroscopía de infrarrojo cercano

Paralelamente, en muchos países, las fábricas de alimentos balanceados para animales operan con una serie de equipos especializados que generan un análisis en tiempo real de los ingredientes de cada ración, así diseñan una tabla nutricional para pollos de engorde. Por lo tanto, se verifica la calidad del alimento, al evitar la variación en cada uno de sus componentes.

 

El análisis de la materia prima es crucial para medir la cantidad de aminoácidos y minerales, sujeto a métodos de calibración que elevan su confiabilidad. Al respecto, los especialistas subrayan que las compañías aplican la tecnología rápida (NIRs), con el fin de precisar el grado de energía que se puede metabolizar a partir del procesamiento de la materia prima. 

 

Modelos predictivos de alimentación avícola

Por lo general, se aplica la lógica matemática para determinar el grado de nutrientes que necesita una granja, en especial con animales de engorde. Bajo este enfoque, se puede prever el desempeño para ajustarlo a los esquemas de costo-beneficio. Ciertos criterios como el manejo, el entorno y la raza son evaluados para adecuarlos en determinada instalación, con la interpretación de los resultados y la puesta en marcha de programas de formulación y simulación de granjas.

 

Otras técnicas

El uso de la molienda gruesa en la etapa de engorde también es una práctica que ha ido en ascenso, debido a la practicidad de los costos, que no impactan abruptamente en el presupuesto del productor. Esto, sin mencionar que se obtiene alimento fácil de digerir, ideal para preservar la salud intestinal de los pollos. Comparativamente con los alimentos granulados, la mortalidad es inferior y la ganancia de peso es aceptable. 

 

Por último, en cuanto a la calidad de las gallinas ponedoras, en países como España el tamaño del huevo es lo principal y promueven, como estrategia nutricional,  la incorporación de migas para elevar el ritmo de consumo, al igual que el uso de carbonato y materias primas grasas, como por ejemplo, las semillas de girasol o el haba integral.

 

Autor: AmericaAgro

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