Las normas para la crianza de cerdos cada día son más exigentes en todo el mundo, debido al cumplimiento de parámetros de bienestar animal. En esta ocasión, la región de California –en plena frontera de Estados Unidos- está en la mira. El motivo, es la aprobación de una nueva ley que ha entrado en vigor para garantizar mejores condiciones en las granjas porcinas.
A partir de ahora, las hembras destinadas a la reproducción se deben alojar en jaulas que tengan como mínimo, 24 pies cuadrados (2.23 mt2 aproximadamente). Esta directriz fue aprobada por unanimidad, con el fin de que los animales tengan más espacio, lo cual optimiza su movilidad.
Sin embargo, la respuesta de los productores fue inmediata. La nueva disposición acarrea una serie de costos que no estaban incluidos en la operatividad de las granjas. Evidentemente, la adecuación se traduce en una inversión, enfocada en la remodelación de las instalaciones.
El motivo de la polémica es que las jaulas de gestación serán eliminadas. Esto podría ser un problema para algunos granjeros, en especial los que crían cerdos de manera tradicional. Muchos de ellos han tenido que hacer ajustes y adquirir tecnología para monitorear el comportamiento de sus animales.
Con la intención de favorecer la adaptación, la Suprema Corte autorizó la comercialización de carne, ampliando el lapso. De modo que los cortes producto del sacrificio efectuado antes del 1 de julio, podrán distribuirse en ventas de comida y en mercados de California. Esto aplica para lo que resta del año.
En teoría, un productor podría desenvolverse en dos escenarios: bien sea reduciendo la producción o habilitando una nueva nave. De esta manera, cumpliría con las nuevas directrices de espacio y bienestar animal. En efecto, esta última no es una alternativa fácil, en vista de lo que implica destinar grandes sumas de dinero y obtener los permisos correspondientes.
El debate inició justamente al culminar la pandemia por COVID-19, cuando el incremento de la oferta y los precios accesibles se vieron condicionados por el tema de la sostenibilidad en la Unión Europea. Desde entonces, la seguridad alimentaria hizo énfasis en un modelo de agricultura libre de fertilizantes y de minerales.
Posteriormente, se visualizó para finales de este 2023 la reestructuración de las políticas de bienestar animal. Por lo tanto, la industria avícola, porcina y bovina será vigilada de cerca, desde el proceso de cría, hasta el ciclo de transporte y faena.
Con base en la evidencia científica, se acordó eliminar totalmente la permanencia de los animales en jaulas. La intención es impulsar la crianza en áreas abiertas, donde haya más espacio por cada ejemplar.
Aunado a ello, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria subrayó la necesidad de formación y actualización de los operadores de las granjas. Además, consideran importante reducir la cantidad de animales que se movilizan por vehículo y el número de horas sin descanso (especialmente para el sector bovino).
Al respecto, los especialistas señalan que dichas exigencias implican un gran esfuerzo para el cambio de modelo de las instalaciones. Inclusive, no descartan que se eleven los costos de alimentación debido a la movilidad y tiempo de actividad que ganarán los animales.
Desde el punto de vista del consumo, hay quienes aseguran que habrá disminución en la oferta de proteína animal y un alza de precios, debido a cambios en la escala de producción.
En síntesis, la Proposición 12 de California es clara en cuanto al confinamiento de cerdos y aves en granjas. La norma reitera la importancia de garantizar la libertad de movimiento, en una superficie acorde para su desarrollo, sujeto a estándares internacionales.
El bienestar animal tiene un impacto directo en la salud y en la calidad de los cerdos y sus productos. Si quieres saber más sobre este tema, síguenos en nuestro canal.
