Industria alimentaria en Venezuela registra crecimiento productivo
La industria alimentaria en Venezuela registró un crecimiento sustancial al cierre de este año, con la producción de un 50,5% de carne de res. La meta es satisfacer la demanda interna y estimular a mediano plazo la dinámica de exportación, aplicando estrategias que involucran los distintos sectores productivos.
Así lo informó el Ejecutivo Nacional, durante una mesa de trabajo, donde presentó un balance preliminar ante representantes de la Organización de la Naciones Unidas (ONU). Además, estuvieron presentes directivos de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea).
Con referencia al reporte, se menciona el aumento de la producción de leche en 31,1%,el pollo 23,4% y los embutidos 12,1%. Seguidamente, figura la sardina en 24,7%, el azúcar 31,5%, el arroz 24,4%, el café 19,7%, el aceite 14,4% y la pasta 14,2%. Mientras tanto, las legumbres se sitúan en un 4%.
Industria alimentaria en Venezuela lidera lista de emprendimientos
Según publicación de El Nacional (2022), las autoridades venezolanas estiman expandir las fuerzas productivas, apoyándose en nuevas políticas económicas. La estrategia está inmersa en una agenda que pretende cubrir las necesidades de la familia. Por ende, confirmaron que el 52% de los emprendimientos pertenecen al sector alimentario, tras participar en el Primer Encuentro Nacional del Programa de Desarrollo de Proveedores.
Sin embargo, no hay estadísticas oficiales de la producción porcina en Venezuela 2022, cuyos estados donde se desarrolla son: Aragua, Carabobo, Cojedes, Zulia, Miranda y parte de la región llanera. Al respecto, los especialistas en manejo animal recalcan que la cría comercial es hasta cierto punto “compleja y costosa”.
Según Fedeagro, es evidente la caída del consumo, correspondiente al 81,25%. Incluso, mencionan que en general, la adquisición de proteína ha disminuido en los últimos años, tomando en cuenta las estadísticas del sector.
Las cifras del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne (Invelecar), indican que el consumo anual por habitante de carne de cerdo se situaba entre los 12 y 13 kilogramos. Ahora, recalcan que disminuyó a 750 gramos por persona. Por ello, hacen énfasis en la falta de insumos y baja rentabilidad, frente al alto índice de la inflación que atraviesa el país.
Costos elevados
Una situación similar se vive en Argentina. De acuerdo con el portal Infobae (2022), desde abril de este año, la producción porcina allí también se ha visto afectada por los altos costos. Una de las causas, el alza en el precio de los cereales y del alimento balanceado, por lo que el cerdo en pie pierde su valor antes de ir a faena. Esto se traduce en pérdidas para el productor.
La consultora JLU es la firma que corrobora el panorama de la industria en dicha región, donde las variaciones en el tipo de cambio continúan generando incertidumbre en el mercado. Los análisis reflejan las inquietudes de los productores, quienes afirman que el desequilibrio en la distribución del ingreso incide negativamente en la rentabilidad.
Aunado a ello, la industria argentina señala que se ha visto afectada por las importaciones. Y es que la presión alcista también se extiende hacia el comercio de ganado vacuno, por lo que el suministro está sujeto a la fijación de precios.
Por otro lado, en Estados Unidos, China, Europa y Brasil igual se ha sentido el impacto de los costos de producción, aunque este último país se ha mantenido como proveedor de Venezuela, Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay.
Gerencia en granjas porcinas
Considerando que la tecnificación aún es prioridad para el productor y para la industria alimentaria en Venezuela, a continuación, presentamos este webinar sobre gerencia de granjas porcinas, con Janio Lameda, consultor de empresas y granjas.