Con el aumento en la demanda de proteína animal, surge una gran oportunidad para aprovechar al máximo el mercado de productos porcinos. Las alternativas de negocios están a la orden del día en un escenario en expansión.
Desde cambios en los hábitos de consumo, hasta el diseño de productos bajo un enfoque sostenible, todo constituye un desafío para el abastecimiento. La carne de cerdo continúa posicionada en todo el mundo, como una opción bastante accesible y saludable.
En efecto, se trata de una industria, cuyo creciente potencial experimenta un auge significativo. El futuro es prometedor, por lo cual es imprescindible conocer las nuevas tendencias para mantenerse a flote en el escenario competitivo.
¿Cómo se comercializa hoy en día la carne de cerdo? Las estadísticas reflejan una marcada tendencia por el consumo de productos porcinos de calidad y por ende, seguros. La preferencia por las prácticas de bienestar animal, ha llevado a un aumento en la demanda local.
Los compradores verifican que el proceso, desde la cría, se da en condiciones óptimas. En la medida de lo posible, libre de antibióticos y hormonas. Por lo tanto, los productores deben apegarse a este estándar. Quienes comuniquen asertivamente lo que ofrecen, tendrán fuertes ventajas competitivas.
La demanda de piezas procesadas y embutidos gourmet está en aumento. Los consumidores buscan sabores únicos y experiencias culinarias diferentes, lo que ha generado una oportunidad para desarrollar y ofrecer una amplia gama, con valor agregado.
El mercado está ávido de opciones que combinan calidad y sabor. Incluso, ofrece salchichas artesanales, jamones curados de forma tradicional y demás piezas ahumadas o marinadas. La prioridad la tienen los cortes frescos, magros y jugosos. Aunado a ello, está la imperante necesidad de impulsar la elaboración de proteína sintética, mediante biotecnología.
También se encuentran los subproductos, que son útiles para la manufactura y la industria cosmética y farmacéutica. Estos incluyen la grasa, los huesos, la piel, las vísceras, entre otros ingredientes funcionales.
Aquellos porcicultores que innoven y vendan productos diferenciados, captarán la atención de los clientes más exigentes. De esta forma, es posible competir con precios más altos, en segmentos exclusivos.
A su vez, los consumidores optan por los sistemas de producción responsables, con un menor impacto ambiental y una gestión adecuada de los recursos naturales.
Los que apliquen prácticas sostenibles, como la gestión eficiente de los residuos, la reducción de emisiones y el uso responsable del agua, podrán posicionarse como líderes en la industria. Una de las metas, es satisfacer la creciente demanda, consciente del cuidado ambiental.
El turismo en áreas rurales está en aumento. Los productores porcinos aprovechan esta tendencia, al ofrecer visitas guiadas a sus granjas. De igual forma, pueden hacer degustaciones y dictar talleres culinarios.
Y con fines informativos y didácticos, es factible organizar actividades educativas, relacionadas con la cría de cerdos. Esto genera ingresos adicionales y promueve la conexión directa con el público objetivo.
El mercado de productos porcinos se encuentra en un período de crecimiento y transformación. La expansión internacional y la colaboración con minoristas especializados, son estrategias que impulsan el crecimiento y la rentabilidad.
Mantenerse al tanto de las demandas del consumidor y centrarse en la calidad, en la diversificación y en la sostenibilidad será clave. Así mismo, enfocarse en la genética, la alimentación adecuada y el bienestar animal, es un pilar diferenciador.
En resumen, la industria porcina es lucrativa para los productores y emprendedores que gestionen adecuadamente sus operaciones. Es interesante analizar las oportunidades del mercado, en especial el que emerge en Norte América, Asia y por supuesto, América Latina.
Sin embargo, cabe resaltar que la rentabilidad está sujeta a diversos factores, como los costos de producción, los precios de mercado, la demanda de productos porcinos y la eficiencia en la gestión del negocio.
Optimizar los costos de alimentación, mejorar la genética, implementar prácticas de manejo eficientes y mantener un control riguroso en cada proceso, marcará la pauta en los márgenes de beneficio.
En todo sistema de producción, es esencial verificar los parámetros de bienestar animal. Por ello, desde AméricaAgro te asesoramos en materia de control y manejo en tu granja.
