De acuerdo con los objetivos de producción de una granja, se puede elegir el sistema de luces que mejor se adapte al negocio
El crecimiento de los pollos de engorde está estrechamente vinculado con la iluminación de la granja. Usualmente, se instalan sistemas artificiales en locaciones avícolas para monitorear el crecimiento y la producción de las madres reproductoras.
Al igual que los distintos equipos de calefacción, es amplia la oferta de lámparas avícolas y bombillos destinados a optimizar las naves o galpones, pero para que el resultado sea el esperado, es necesario que los productores conozcan el comportamiento de los pollos y su fisionomía.
Cabe resaltar que los animales domésticos perciben la luz completamente diferente a como lo hacen los humanos. En el caso de los pollos, distinguen UV-A a 315–400 nm, aparte de 400–750 nm, que es el rango propio de los humanos. La magnitud es otro parámetro a tomar en cuenta, considerando que algunas aves son más sensibles al especto rojo y al azul.
Curiosamente, la luz se convierte en un valioso estímulo para el consumo de alimentos en los pollos destinados al engorde y resulta útil, además, para acelerar ciertos procesos hormonales. A fin de que el tipo de luz sea apropiado, es necesario guiarse por el rendimiento en términos de eficiencia, ahorro energético e inversión.
Fisiología de los pollos
Dos de las áreas principales del cerebro de los pollos tienen que ver con la visión: el cerebro anterior y el lóbulo óptico. Estudiar en detalle su fisionomía resulta fascinante, ya que de 12 arterias, el nervio óptico, el oculomotor, el troclear y el abducente están relacionados con la vista y con el movimiento del ojo.
Aunado a ello, los pollos cuentan con diferentes receptores sensoriales químicos, térmicos y mecánicos que facilitan su adaptación al entorno, garantizando la supervivencia al percibir la luz, la temperatura, la presión osmótica, los sabores, los olores y la resistencia al dolor.
Precisamente, los receptores oculares permiten que puedan recibir la luz y detectarla a través de la glándula pineal. De hecho, cuando la luz es roja se estimula la reproducción, aparte de que mejora el rendimiento de las gallinas ponedoras.
Según los estudios, los rayos de color rojo son más eficientes que los azules, los amarillos y los naranja, tomando en cuenta que los pollos son tetracromáticos, es decir, tienen un cono doble extra, a diferencia de los humanos, esto les permite visualizar alrededor de 250 imágenes por segundo. Inclusive, sus movimientos oculares son independientes (de un ojo a otro) y su visión panorámica es de 300 grados, aproximadamente.
Fundamentos
Los expertos en instalaciones avícolas subrayan que los productores deben manejar las nociones básicas de la luz, en función de que puedan elegir un sistema de iluminación adecuado. Considerando que los animales responden a estímulos, será mucho más fácil instalar luces atendiendo a los fines de la granja, ya sea para producción de huevos o de carne.
Las recomendaciones están dirigidas a la adquisición de luces que aporten un resultado profesional, incluso, que sean económicas y fáciles de instalar, sin dejar a un lado el ahorro energético. Aunado a ello, conviene que sean de fabricantes reconocidos, pues de ello depende la calidad y la durabilidad. Así mismo, es importante que el productor cuente con asistencia y soporte técnico, apelando a sistemas que sean compatibles con el ambiente. Así, a mediano plazo, el beneficio será tangible.
Tipos de iluminación para galpones de pollos
Partiendo de estas premisas, el mercado ofrece una extensa gama de redes lumínicas que pueden adaptarse a las diferentes condiciones geográficas y tipos de granjas, ya sea porque operen con esquemas de ambientes controlados o naves abiertas (con luz natural).
Natural
La luz natural es aquella que proviene directamente del sol. La ventaja de aprovecharla, es que no requiere de ningún gasto adicional. En las zonas cercanas al trópico, es poco variable y por lo general, las aves se adaptan muy bien a ella. El detalle, es que en algunas partes, el cambio de estación afecta la cantidad de horas luz durante el día, lo cual influye también en la intensidad, que al ser alta, causa estrés y agresividad en los animales.
Incandescente
Es un tipo de luz que ofrece uniformidad, con excelente espectro rojo y lo mejor de todo: que es de bajo costo. Los parámetros de eficiencia son aceptables, encienden con rapidez y en temporada fría su rendimiento es eficiente. Pero, a diferencia de otros bombillos para calentar pollos, estos son un poco frágiles, duran menos, emanan calor y con el polvo, se ve afectado el brillo, aparte de que son un imán para los insectos.
Fluorescente compacta
Bajo la modalidad compacta, en términos energéticos su efectividad es aún mayor. Abarca un espectro parecido al incandescente y su costo no es tan elevado. Sin embargo, entre las desventajas, se puede mencionar que es difícil limpiar los bombillos en forma de espiral. Son luces delicadas, algunas contienen mercurio, el espectro varía aunque a simple vista se vea blanco, son lentas debido a que tardan en lograr mayor intensidad y en zonas frías, su uso no es tan rentable.
Fluorescente lineal
Tiene características similares a la luz fluorescente compacta, considerando que dispersa muy bien la luz y posee amplitud. No es necesario instalar tantos bombillos. Como desventaja, se debe tomar en cuenta que son frágiles y se debe tener especial cuidado al manipularlos, ya que los vidrios pueden ocasionar fuertes daños. También es oportuno que los productores sepan que el costo de su adquisición es mayor.
Luces de alta presión
Generan un espectro lumínico intenso, de color naranja, amarillo y rojo. Su vida útil supera las 20 mil horas, sus rayos son cálidos, con alta eficiencia energética. Para proceder con la inversión, se requiere de un gran presupuesto inicial, pero el espectro de luz verde y azul es deficiente, no son tan rápidas en cuanto a intensidad. Por último, resulta complicado ajustarlas para que la iluminación sea tenue y requieren balastros.
Luces LED
Entre los pro de este tipo de iluminación, destaca su durabilidad, ya que en comparación con otros bombillos, pueden funcionar hasta 100 mil horas. Los costos por concepto de mantenimiento son bajos, su eficiencia energética es excelente, encienden de inmediato, pueden usarse con dimmer, no tienen mercurio, son fáciles de manejar y se encuentran de diferentes tamaños. En contra parte, se necesita hacer una gran inversión, es prácticamente obligatorio tener una instalación eléctrica óptima, su calidez tiende a variar en las granjas avícolas y su efectividad se ve comprometida por la ventilación y las partículas de polvo.
¿Cómo implementar un programa de iluminación en pollos de engorde?
Si la granja es de pollos de engorde, está comprobado que al elegir un programa de luz adecuado se reduce el consumo de alimento, mientras se optimiza el peso (de los animales vivos) y se mejora la conversión alimenticia. En este sentido, las recomendaciones se orientan a la puesta en marcha de pruebas piloto, tomando como prioridad los objetivos del productor. Una vez que los animales superan los 160 gramos, la luz puede restringirse, pero es importante que se mantenga el mismo patrón durante todo el proceso de cría.
Monitorear el comportamiento de los animales de forma constante es vital, a fin de detectar problemas metabólicos y certificar su desarrollo e inmunidad. Finalmente, es necesario que se incorporen las prácticas de bienestar animal vinculadas con las horas de oscuridad para el descanso de los pollos.
Autoria: AméricaAgro
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