
La iluminación en avicultura está sujeta directamente a la fisiología de las aves, bien sea que se trate de ponedoras, reproductoras o sencillamente para animales de engorde. Con base en esto, se diseñan planes, siempre en sintonía con la naturaleza del negocio.
Por lo tanto, la tecnología se orienta hacia ciertos parámetros, que tienen que ver con el inicio de la postura, el tamaño del huevo, el consumo de alimento, la madurez sexual, entre otros indicadores económicos.
Los investigadores señalan que en los países con cuatro estaciones, se ha profundizado al respecto, al aprovechar el fotoperiodo. Sin embargo, aún queda mucho por afianzar en cuanto al espectro de la luz, la intensidad lumínica, las fuentes y la uniformidad.
En la industria avícola es fundamental manejar lo concerniente al ritmo circadiano, la temperatura del color (fría o cálida), el espectro y la longitud de onda. Evidentemente, estos criterios simulan el entorno natural a tal punto, que las granjas se rigen por un sistema de iluminación.
De tal manera, se trabaja con la distribución de la luz, evitando el contraste fuerte entre zonas claras y oscuras. Por ello, las lámparas integran láminas difusoras especiales que dirigen apropiadamente el espectro (que es diferente al del ojo humano). Por lo general, se estila fijar la intensidad entre 30 y 35 lux por ave.
Con orientación adecuada, la iluminación se regula para imitar la puesta del sol, lo que atrae a los animales. Se experimenta con la escala del cero al cien por ciento, a fin de que los pollos se acerquen al sistema, en busca de un lugar seguro.
Lo ideal es ajustar la iluminación en avicultura, sujeta a las actividades cotidianas, en aras de que el resultado sea satisfactorio. Con base en esto, se determina cómo y cuándo alimentar a los animales, la modalidad de nutrición, el cierre y la apertura de los nidos. Para que el entorno sea apropiado, se ubican estratégicamente las lámparas. Así se logra la intensidad correcta.
Entonces, con el estímulo adecuado y un plan de iluminación especial para su granja, es posible regularizar la producción de hormonas, vinculadas, además, con la absorción de nutrientes a nivel intestinal y la grasa corporal. Por supuesto, aparte de la función sexual, normaliza el metabolismo, todo en torno a la longitud de onda.
Para que el negocio avícola sea rentable, es prudente elegir luminarias que aporten la máxima energía, al equiparar costos. Otro criterio prioritario, es el de bienestar animal, aunado a la sostenibilidad ambiental. Por consiguiente, Megapec se destaca al ofrecer productos que optimizan el ritmo biológico de las aves.
Su visión es el diseño de ambientes ideales para el crecimiento y desarrollo, bien sea de pollos o de cerdos. Acondicionar la intensidad y la temperatura de la iluminación en avicultura, es su fuerte para incrementar el rendimiento en naves controladas.
En Venezuela, AméricaAgro se especializa en comercializar su línea, orientada hacia la calidad y eficiencia energética. A continuación, detallamos parte de sus luminarias estrella.
Foco de led 4w 220v 2700k, con cable.
Watts: 4 W.
Lumens: 400 lm.
TC: 2,700 K.
Voltaje: 220 V.
Hrs de vida: 20,000 hrs.
Lámpara de producción avícola 30w dimeable 127v 50/60hz 4100 k.
Watts: 30 W.
Lumens: 2,300 lm.
TC: 4,100 K.
Voltaje: 127 V.
Hrs de vida: 20,000 hrs.
Foco de led dimeable 12W 220V 2700K.
Watts: 12 W.
Lumens: 1,000 lm.
TC: 2,700 K.
Voltaje: 220 V.
Hrs de vida: 15,000 hrs.
Lámpara de LED para la industria avícola de alta eficiencia, excelente manejo de temperatura y larga vida.
Watts: 12 W.
Lumens: 1000 lm.
TC: 3,000 K.
Voltaje: 127 V.
Hrs de vida: 15,000 hrs.
Ampliando el tema de la productividad, en el siguiente conversatorio se explica la importancia de implementar planes de bienestar animal en la industria porcina.