La industria porcina colombiana rechaza contundentemente el sacrificio ilegal de cerdos, debido a los riesgos que genera para la salud pública. Aunado a ello, descartaron la propuesta de reactivar los mataderos municipales, en función de evitar las prácticas informales, también conocidas como “marranadas” en las zonas rurales.
A finales de año, se acumulan denuncias de este tipo en diferentes municipios. A juicio del presidente de Porkcolombia, Jeffrey Fajardo López, es algo que debe impedirse, ya que atenta contra el consumidor. Durante una transmisión para Caracol Radio, en entrevista para el programa Al Campo, indicó además que esta modalidad viola los principios de bienestar animal.
A pesar de que en diciembre se reaviva la polémica, manifestó que han unido esfuerzos para conducir al sector en su totalidad hacia los procesos estándares sanitarios de inocuidad. Así, estiman cumplir con la promesa de valor al poner en la mesa de los colombianos la carne del mejor calibre.
Regulación
Sobre la posible flexibilización del marco regulatorio para las plantas de beneficio, Fajardo recalcó que si bien “estas prácticas, son ancestrales o tradicionales, están por fuera del marco de la ley. Esperaremos que el gobierno a principios del año entrante, publique para consulta pública cuáles son, en detalle, esas modificaciones”.
Desde Porkcolombia, subrayó que están dispuestos a aportar todo el conocimiento técnico para tomar decisiones oportunas. La meta es que se cumpla con los estándares mínimos sanitarios y de bienestar animal. Y es que debido al peligro que implica el sacrificio informal de cerdos, muchos mataderos fueron cerrados, en apoyo a la porcicultura formal. El riesgo de consumir carne contaminada es alto, cuando los niveles bacteriológicos aumentan.
Entonces, ¿cómo sacrifican los cerdos en Colombia? Los animales se sitúan en una banda transportadora, que los lleva directo a una cámara de gas. La atmósfera es medida con anhídrido carbónico, cuya concentración oscila entre el 60 y el 70 por ciento. Al ser aturdidos, en un lapso de 30 segundos, los cerdos se trasladan a otro espacio habilitado para el desposte.
Tecnificación anula sacrificio ilegal de cerdos
Debido a la tecnificación, la porcicultura se ha desarrollado satisfactoriamente. Por ende, tanto la inocuidad como la calidad del alimento está garantizada. Para Fajardo es crucial que los animales sean beneficiados de la forma más estricta, protegiendo el ambiente.
Efectivamente, la industria porcícola colombiana ha pasado por un proceso de transformación durante más de 20 años, lo que optimiza el desposte y la disposición de la carne en expendios y grandes superficies. Por ello, con audacia y rigor consideran que es importante pronunciarse con decreto en mano.
Para que un cerdo pueda ser sacrificado, debe reunir una serie de requisitos, como estar limpio para no comprometer el proceso de faena. Aunado a ello, deben retenerse en ambientes libres de contaminación cruzada.
Sin embargo, continúa la controversia, a pesar de que este año fue excelente para el sector, ya que aumentó el consumo per cápita de carne de cerdo. Las cifras confirman que el 2022 cerró con una producción de 525 mil toneladas, lo equivalente a 5.5. millones de cerdos.
Estadísticas de Porkcolombia confirman que este es el sector más destacado del país. En comparación con otros negocios agrícolas, el aporte es creciente y proporcional. De esta forma, le harán frente a las importaciones de manera audaz y competitiva. También apoyan la generación de empleo formal, con nodos de desarrollo rural sustentables.
Proyectos en área metropolitana
Por su parte, los productores porcinos de Santander, solicitaron la construcción de un nuevo matadero. Este se ubicaría entre las localidades de Girón, Lebrija y Ríonegro, asunto que ya fue planteado al colectivo de alcaldes de la zona metropolitana y a las autoridades competentes. Entre ellas, la Procuraduría Agraria y la Gobernación.
Según reseña la cadena Caracol, este proyecto permitirá solventar los problemas que enfrentan a diario para la comercialización. Por ahora, se han visto obligados a trasladar los animales hasta Caldas, Sogamoso, La Dorada, e incluso Bogotá para sacrificarlos.
Mientras tanto, esperarán los análisis que confirmen la viabilidad de la propuesta. Un margen de dos años es el estimado para habilitar un lugar que facilite la venta de carne de cerdo. Entonces, una planta en Santander y sus áreas adyacentes facilitaría el sacrificio de 40 mil cerdos aproximadamente (al año).
Bienestar animal en granjas porcinas
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