La dieta de cerdos y otras aves de corral será modificada nuevamente, esta vez para incluir proteína animal. El anuncio tuvo lugar en Suiza, donde el lineamiento –aprobado por la industria- incluye partículas procesadas a partir de insectos.
Esto, sin duda, ha desatado la polémica, considerando que hace más de 20 años, se prohibió el uso de harinas animales y huesos, debido al brote de “las vacas locas”.
Y es que fue justo en el año 2000 que comenzó a propagarse sin medida la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), enfermedad neurodegenerativa que ocasionó grandes pérdidas en el sector ganadero, mientras se vio quebrantada la confianza del consumidor por este tipo de cortes.
Al afianzar los controles y al bajar la incidencia de casos, se flexibilizaron las medidas, por no representar riesgo alguno para la salud pública. Su utilización estará sujeta a estrictos lineamientos, mientras las autoridades federales someten a consulta –hasta el 15 de diciembre- las propuestas para modificar el reglamento.
Bajo la figura de enmienda, se ha trazado la meta de aprovechar de manera óptima los sub productos, tras la faena. Por ende, aseguran que se obtendrá mayor calidad, al reutilizar todos aquellos elementos no aptos para el consumo humano. Evidentemente, estos residuos proteicos serán procesados, para el sustento de animales omnívoros (que se alimentan de carne y de plantas).
El pronunciamiento se efectuó luego de solicitar la modificación legislativa, durante distintas sesiones parlamentarias. La intención también es impulsar la agricultura sostenible, mientras continúa en vigencia la normativa europea en la industria agroalimentaria.
Tomando en cuenta la evidencia científica, vale acotar que en la Unión Europea están aprobadas, desde el 2021, ciertas proteínas animales para la alimentación del ganado.
La diferencia es que ahora, el Ministerio del Interior de Suiza decidió reestructurar la ordenanza, a fin de promulgar una nueva ley sobre sub productos animales y su respectivo uso. Esto incluye el tratamiento de abono y pienso, tanto para cerdos como para aves de corral.
De acuerdo con los legisladores, se está trabajando profundamente para garantizar la seguridad en todos los alimentos de origen animal. Por ende, se garantiza que no habrá ningún tipo de contaminación, mientras que las empresas involucradas serán sometidas a rigurosos protocolos de higiene.
La proteína en los cerdos regula la función corporal. Tanto el crecimiento, como el desarrollo del tejido muscular, depende de la alimentación. Ahora bien, ¿qué tipo de proteínas necesita? Ya es tradición emplear las que provienen de fuentes vegetales como la soja, entre otras cuya producción es relativamente sostenible. Estas poseen alto contenido de fibra.
Por otro lado, las de origen animal ayudan a reducir la contaminación en el ambiente, al aportar partículas esenciales para la elaboración de piensos. Además, permiten equilibrar y optimizar la absorción de aminoácidos. Por lo general, las harinas de carne, sangre y huesos se procesan en las plantas y son sometidas a temperaturas muy altas, con el fin de eliminar elementos patógenos.
Estos sub productos aportan más del 90% de proteína bruta y lisina (especialmente la sangre), aparte de ser una fuente importante de fósforo y de calcio. Con respecto a la harina de pescado y aves de corral, vale mencionar que son ricas en nutrientes y en ácidos grasos omega-3.
Al mantener el balance entre ambos tipos, la industria se enfoca en el desarrollo sostenible, en aras de optimizar la nutrición y por supuesto, la rentabilidad del negocio porcino y avícola.
Conoce más sobre los elementos que influyen en la conversión alimenticia, en el siguiente video.
