
El estrés calórico en cerdos es un fenómeno causado por condiciones extremas, que limitan la capacidad del animal para regular la temperatura corporal y adaptarse al entorno. Se origina por humedad relativa elevada y falta de ventilación en las instalaciones. Ocurre con mayor frecuencia en áreas con climas cálidos y durante los meses de verano.
Y es que según estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el año 2023 fue uno de los más calurosos, al registrar un aumento global de 1,4 grados, lo que obliga a los productores a tomar medidas extremas, con el objetivo de prevenir daños por salud animal en sus granjas.
De hecho, en temporada de verano se esperan temperaturas mucho más altas, por lo que se recomiendan una serie de prácticas para prevenir el estrés térmico.
Cuando se activan los mecanismos de termorregulación, los cerdos experimentan una serie de cambios fisiológicos y conductuales, que les ayudan a mantener su temperatura en rangos normales. Vale acotar que, por encima de los 27 grados centígrados, hay un impacto en el sistema cardiopulmonar.
El cerdo es una especie sensible al calor, debido a su actividad metabólica y falta de sudoración. Cuando la temperatura ambiental supera el rango de confort, desencadena una serie de efectos adversos, como:
El estrés calórico en cerdos tiene graves repercusiones en la salud, el bienestar y en el rendimiento, lo que eleva aún más los costos de producción. Orientarse hacia la prevención y profundizar en el manejo, ayuda a controlar patologías y problemas de confort en áreas de calor extremo.
Las naves bien diseñadas se enfocan en la ventilación. Están equipadas con aspersores de agua, extractores y sus techos son aislados.
Es sumamente esencial evitar la sobrepoblación, ya que esto incrementa el calor y disiparlo es más difícil.
Los cerdos necesitan acceso constante a agua fresca y limpia para mantenerse hidratados y regular su temperatura corporal. Se deben usar sistemas de suministro de agua y garantizar su disponibilidad en todo momento.
Una dieta equilibrada reduce los efectos del estrés calórico en los cerdos. Los aditivos como electrolitos y ácidos orgánicos compensarán las pérdidas de minerales.
Es recomendable ajustar los horarios de alimentación, en función de evitar que consuman durante las horas más calurosas del día. Esto minimiza el calor metabólico por digestión.
Recuerda monitorear regularmente la temperatura ambiental y corporal. Utiliza termómetros ambientales y observa el comportamiento de los animales.
Los signos de estrés calórico en los cerdos también incluyen letargo y disminución en el rendimiento. Aplicar correctivos a tiempo, marcará la diferencia.
Son útiles los sistemas de aspersión de agua, los ventiladores adicionales e incluso, es oportuno añadir más áreas con sombra, mientras se invierte en tecnología.
Evita a toda costa, las exposiciones prolongadas a altas temperaturas. Emplea vehículos ventilados y no movilices animales durante las horas más calurosas.
Formar al personal encargado de la granja en manejo, con prácticas actualizadas, te permitirá reconocer los signos de estrés calórico y tomar medidas correctivas a tiempo. Diseña protocolos específicos para mayor eficiencia.
Los veterinarios subrayan la importancia de velar por la eficiencia de las naves, lo que implica invertir en tecnología al controlar la temperatura, sobre todo en las áreas de gestación o maternidad.
Igual indican que es prudente evitar los encierros y programar labores a primera hora del día o al final de la tarde, aparte de distribuir estratégicamente las raciones de alimentos.
Como tecnología eficiente y respetable con el medio ambiente, es ideal aplicar climatización evaporativa. Conoce los detalles en el siguiente video.