En función de impulsar la producción latinoamericana, la Organización de Porcicultores Mexicanos (Opormex) dio a conocer su visión estratégica, que para los analistas de mercados, constituye un hito, al trazar 8 ejes centrales, en una agenda proyectada hacia el 2035, que pretende orientar hacia la toma de decisiones.
En el Día Internacional del Cerdo, los líderes en México recalcaron que aparte de trabajar en parámetros como genética y manejo, ahora es indispensable impulsar el modelo empresarial, tomando como base la sinergia entre el Gobierno y las organizaciones públicas y privadas.
Concebida como una guía, la clave de Opormex, en primer lugar, es fortalecer el equipo de gestión de la organización, en sintonía con el gobierno corporativo, más allá del directorio para conducir hacia la acción en procesos estructurados, sujetos a normas y prácticas claras.
Lo segundo, tiene que ver con la política pública y las regulaciones, en función de plantear propuestas que sean acordes con la visión del Estado, al tiempo que se atienden las ambiciones y los objetivos del sector. Las asociaciones son fundamentales.
Como tercer punto, se hace referencia a la salud y a la productividad. La idea es garantizar la calidad, la excelencia y la competitividad, al satisfacer la demanda, a la par de los estándares internacionales.
En el cuarto lugar, representantes de Opormex hacen mención al posicionamiento en la mente del consumidor. Y es que aparte de realzar el valor nutricional de la carne de cerdo y el precio, señalan que es necesario detallar el esfuerzo y la energía que hay en la labor, detrás del propósito de los profesionales en el campo.
Aunado a ello, la sostenibilidad y el bienestar animal aún es indispensable. Se trata de producir más, pero bajo condiciones ambientales y prácticas adecuadas, que incluyen el uso racional del agua y el tratamiento de residuos por las deyecciones ganaderas, sin dejar de lado la economía circular.
Así mismo, en la industria mexicana es fundamental integrar a todos en la cadena de valor, en especial para los grandes consorcios, al tomar en cuenta a pequeños y medianos productores y agremiados. La meta es que continúen dentro del negocio. Esto les permite seguir modelos, aprender de los errores y mantenerse en el mercado.
Finalmente, los investigadores confirman que Brasil es el único país integrado –por su capacidad para exportar- en Latinoamérica, a la par de Estados Unidos, España y Alemania. Por ende, indican que la inteligencia de mercados es crucial a la hora de identificar las fluctuaciones, medir las importaciones y así, determinar hacia dónde evolucionan los mercados.
Conoce un poco más sobre la visión del negocio con Janio Lameda, consultor de empresas y granjas porcinas.
