A los fines de optimizar el rendimiento de la industria animal, se está empleando la inteligencia artificial en cerdos. Ahora, en las granjas de engorde podrán monitorearse una serie de parámetros vinculados con el desarrollo y crecimiento individual para mayor control.
Mediante un sistema de sensores, en Zaragoza-España, es posible verificar el avance diario de cada cerdo. De esta forma, se potencia la producción y se previenen las pérdidas por causas sanitarias.
Vale acotar que convencionalmente, en las granjas porcinas se ha adoptado el esquema todo dentro/todo fuera, desde la etapa de engorde hasta el matadero. Por lo general, se trabaja con lotes de mil animales por nave o galpón. Los mismos se monitorean de manera simultánea.
En promedio, desde el nacimiento el peso asciende de 0 a 15 kilos. Justamente, en la industria ha estado latente la necesidad de controlar el crecimiento individual del lechón. Por lo tanto, la inteligencia artificial en cerdos es una aliada para el éxito de todo proyecto porcino.
Con herramientas digitales, ahora se emiten alertas al detectar problemas de desarrollo. Incluso, las enfermedades pueden diagnosticarse a tiempo, lo que le permite al productor disponer al instante de información actualizada.
Al monitorear lo que sucede en su granja, verificará que, en efecto, los animales crecen de forma apropiada. Además, podrá anticipar los resultados de faena, al visualizar una serie de factores.
Para los desarrolladores de esta tecnología, se trata de un avance sustancial en el sector, ya que tendrán un monitoreo directo de cada lote, con sus respectivas estadísticas por animal. En estos momentos, prevenir los problemas sanitarios es todo un desafío que enfrentan las granjas, de modo que las telecomunicaciones generan valor agregado.
Según reseña el diario El Economista, la propuesta incorpora redes diseñadas bajo la arquitectura cloud. Entonces, con big data se unifica correctamente la información, a los fines de que sea útil para el productor, facilitando la interacción para el éxito del negocio.
Una de las ventajas de la ganadería de precisión –con inteligencia artificial (IA)- es que facilita el control da cada animal, al optimizar los recursos de la granja. De esta forma, se puede intervenir ante ciertos indicadores técnicos o de tipo económico. En la práctica, por ejemplo, el sistema arroja la ganancia diaria de peso y su promedio, al igual que la velocidad de crecimiento y el índice de conversión.
En ocasiones, es necesario conocer la cantidad de pienso que debe ingerir un animal para ganar peso. Usualmente, esto varía entre cada ejemplar, todo sujeto a las metas de engorde. Los análisis dependen de variables que tienen que ver con los costos de la materia prima y el manejo sanitario.
Así mismo, se atienden otra serie de criterios ambientales, vinculados con la humedad, la temperatura y la concentración de gases en la granja, lo cual se mide mediante sensores. Al emplear la inteligencia artificial en cerdos, se obtiene la curva de crecimiento diaria y demás información relacionada con el comportamiento de los animales.
Cabe resaltar que este modelo es pionero en precisión, ya que se enfoca en el control individual del animal. Para sus creadores, es una tecnología disruptiva, sensórica, que añade mucho más valor a la cadena productiva. Arroja una serie de datos a los que se les puede sacar partido.
¿Cómo será el futuro de las producciones animales? A largo plazo, tras superar la fase de validación de este sistema, se estima incorporar más etapas de la vida del cerdo. Desde que nacen los animales, es importante conocer la trazabilidad de la granja y sus antecedentes.
Aspectos como el entorno, la gestación, el nacimiento, el destete, vida productiva, engorde y entrada a faena son propicios para el análisis. El control por etapas facilitará el dominio en la cadena, en aras de desarrollar todo el potencial genético.
En pro de obtener rendimientos óptimos, también le invitamos a conocer más sobre las ventajas y los beneficios de implementar programas de bienestar animal en su granja porcina.
