El futuro profesional del agro debe aprovechar el potencial nutricional del alimento, enfocándose en rescatar lo básico, pues muchos profesionales se van al tecnicismo, cuando en ocasiones, en una granja no se ejecuta el chequeo básico en la producción, antes de evaluar la calidad de los alimentos.
Estas son parte de las premisas sobre nutrición animal que promueve AméricaAgro en la formación de profesionales altamente competitivos. Y es que afinando tópicos vinculados con la utilización de las nuevas tecnologías e interés sanitario, la compañía participó en la II Jornada de Actualización en Nutrición y Alimentación Aviar.
La Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (UNERG) –en el estado Guárico- fue el lugar propicio para el intercambio académico. Alrededor de 230 personas asistieron, entre ellos estudiantes de Ciencias Veterinarias, Agronomía, productores, representantes de la empresa privada, laboratorios e industrias de alimentos.
Durante su intervención, Jhonatan Gómez, asesor avícola de AméricaAgro, resaltó que el sector se está adaptando a los nuevos tiempos y a las circunstancias del entorno.
“Hay un creciente interés de la comunidad universitaria en las nuevas tendencias y procesos aplicados para optimizar la producción animal. Como equipo, nos complace orientar su aprendizaje, ilustrando sobre manejo, buenas prácticas y novedosos productos para el mayor rendimiento de las granjas, tanto avícolas como porcinas”, indicó.
Gómez detalló que más allá del tecnicismo, se deben aplicar chequeos regulares, como por ejemplo, revisar la distribución de equipos, de acuerdo con el número de animales, que las fuentes de agua se mantengan frescas, que la concha esté bien tratada y a nivel de insectos, que la bioseguridad de la granja se aplique.
Esto incluye por supuesto, la ubicación de cortinas y todos los aspectos básicos inherentes tanto a la explotación de reproductoras, como en pollos de engorde.
“Todo técnico debe ser crítico antes de evaluar la calidad de los alimentos. Es responsabilidad analizar las variables que intervienen dentro de un proceso de explotación, más que todo orientado hacia el nuevo talento que emerge y que pueda ser competitivo a nivel nacional con respecto a otras universidades”, explicó.
Mientras tanto, en el área de stands, Yenni Núñez, asesora de ventas de AméricaAgro, efectuó una interesante demostración de los productos que amplían la eficiencia en granjas, desde sistemas de iluminación, hasta alternativas innovadoras que simplifican el manejo en campo.
Una serie de análisis físico químicos y biológicos permiten determinar el valor nutritivo de un alimento. Esto se mide por sus aportes a la dieta, todo en función de que el animal cubra los requerimientos necesarios para su desarrollo, crecimiento y reproducción.
Entonces, estratégicamente se optimizan los parámetros productivos, con base en la genética y por supuesto, sujetos al ciclo biológico de cada especie. Una de las prioridades, además, es garantizar el bienestar animal y la salud.
Orientada hacia los resultados, la nutrición animal implica estudiar los conceptos de energía, minerales, proteínas, vitaminas y agua, sin dejar de lado la anatomía, el funcionamiento de los órganos y sus mecanismos de acción. Entonces, concebida como una ciencia, sigue de cerca la trayectoria del alimento hasta su transformación en carne o leche.
De acuerdo con Pablo Pizzani, profesor de la cátedra de Nutrición y Alimentación Animal en la UNERG, siempre es oportuno seguir las tendencias, desde la revolución de la industria de alimentos balanceados a nivel nacional, hasta la importancia de micotoxinas y su efecto sobre la salud animal.
Vale acotar que este es el segundo encuentro que se efectúa en esta casa de estudios, por lo cual están satisfechos con el nivel de participación.
Una alta conversión alimenticia reduce los costos de producción y los impactos ambientales al requerir menos recursos para producir la misma cantidad de carne, leche o huevos.
