La producción de queso en Venezuela va en aumento, por lo cual la región ocupa el segundo lugar en Latinoamérica. Supera a países como Argentina, México e inclusive, Suiza. Con un aporte anual de 300 mil toneladas, es un verdadero logro para una tierra con valor agrícola y ganadero.
El reporte, publicado por Latinometrics, boletín semanal que ofrece visualizaciones de datos e información sobre América Latina -proveniente de fuentes públicas- fue contundente. Durante dos décadas se triplicó la producción, lo que sorprendió a la audiencia por tratarse, además, del mayor índice en el mundo.
A pesar de que en el sector hace falta aplicar transformaciones, una vez más, queda en evidencia la tradición del país y lo histórico de su potencial bovino y lechero. Después de todo, la crisis política y económica no ha mermado la capacidad productiva del campo venezolano.
Vale mencionar que gran parte de la producción de queso venezolana está destinada al consumo interno. Frente al aislamiento monetario, esta práctica ha sido esencial para subsistir.
Con los años, la industria ha adquirido el potencial para crecer, a pesar de que las barreras sanitarias interfieren con la política de exportación. De tal manera que la escala, se mantiene entre los pequeños productores.
Después de Argentina, Venezuela lidera el ranking, lo que genera expectativas sobre el futuro de Latinoamérica como potencia agrícola. Según el boletín, las estadísticas son verdaderamente sorprendentes: “De todos los lugares, Venezuela ha estado en una revolución de queso desde principios de este siglo, produciendo en 2020, tres veces la cantidad que hizo en 2000”.
Al emplear las gráficas como respaldo, voceros de Latinometrics manifestaron su satisfacción al ver un dato positivo en la región, a pesar de la matriz negativa que se ha creado a nivel internacional. Superar a Suiza desde el 2009, es todo un acontecimiento, ya que desde hace muchos años fue denominada “la patria del queso”.
Con respecto a Latinoamérica, Argentina figura en el primer lugar como principal productor del continente. Y a nivel mundial, está en el puesto número 12, con el doble de lo que aporta Suiza. Para ello, la publicación evaluó los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde los años 60.
Aunque la producción artesanal es elevada, con variedad en blancos y frescos – queso telita, guayanés, trenza o de mano- el país aún no ha participado en el galardón Cheesy-pedia. Esto, motivado a que se trata de una región que hasta cierto punto, continúa aislada del mundo. Se requiere de mucha preparación y esfuerzo para competir por premios en Europa.
Los quesos venezolanos duros y semi duros también están a la orden del día. Los favoritos son el Palmizulia y el Santa Bárbara, cuyas presentaciones son exclusivas de la zona sur del Lago de Maracaibo. Incluso, el mercado ofrece algunas preparaciones especiales, al estilo europeo, como el queso parmesano, manchego, pecorino y hasta el gouda o edam.
De acuerdo con la FAO, la producción de queso en Venezuela creció de 97 mil 104 toneladas en el 2000 a 287 mil 648 en el año 2020. En el tercer lugar continúa México, seguido de Chile, Nicaragua, Uruguay, Colombia, Brasil y Perú. También están Costa Rica, Cuba, Panamá, Honduras, Bolivia, República Dominicana, Guatemala y El Salvador.
Para los analistas, este aumento se debe al sentido de supervivencia del productor venezolano, quien se ha visto en la necesidad de concentrar sus esfuerzos para sobrevivir y superar la crisis económica.
Sin embargo –según fuentes de la BBC– hay escepticismo frente a estas cifras, debido a que aparte de queso, también se elabora leche pasteurizada, de larga duración, condensada y yogurt. En tal sentido, sugieren que la FAO no maneja números confiables, puesto que son suministrados por el Ejecutivo Nacional.
De hecho, representantes del Observatorio Lácteo para Venezuela expresan su inquietud, al asegurar que el valor real que se transforma en Venezuela en queso, es alrededor de 215 mil toneladas. Pero indistintamente, señalan que la producción está por encima de muchos países.
Un aspecto a considerar es que desde hace años, se contabilizan únicamente datos formales de la industria láctea, sin medir el aporte directo de las fincas y demás queseras informales.
Las restricciones sanitarias a nivel internacional son fuertes debido al auge de patógenos, por lo cual transmitimos este webinar sobre bioseguridad.
