Producción de pollo en Argentina enfrenta limitantes por influenza aviar
La producción de pollo en Argentina se está viendo fuertemente afectada por la influenza aviar. Tras decretar la alerta sanitaria, las autoridades prohibieron la entrada de aves vivas en el país, por lo cual el comercio enfrenta problemas en la reposición del inventario. El déficit está cerca de los 15 mil pollitos, para mantener el suministro y satisfacer la demanda.
Los más afectados son los pequeños productores, quienes rechazan las restricciones debido a la temporada alta, justo cuando se eleva la tasa de consumo. Sin embargo, la normativa del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) es clara al prohibir el ingreso de pollitos, lo que interrumpe la cadena productiva.
Carne aviar argentina
Ciertamente, Argentina no escapa de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP). Y es que desde febrero, ha tenido que reforzar de forma extraordinaria las medidas en la industria avícola. En este instante, la prioridad es la higiene y bioseguridad de las granjas, las cuales han tenido que optimizar el manejo y notificar los casos sospechosos del virus.
Mientras tanto, no está autorizada la importación de aves vivas en todo el territorio, al igual que las actividades que las involucran. Para los productores, reponer los pollitos es tarea difícil, por lo que vislumbran escasez, especialmente durante las ferias francas.
Producción de pollo en Argentina afectada por falta de crías
Frente a este panorama, los avicultores están realizando los trámites correspondientes para solicitar el ingreso de polluelos. Las gestiones forman parte de una estrategia para impulsar el ciclo productivo, como aporte para el consumo local y la venta comercial. Aunado a esto, manifiestan que al reducir la cantidad de animales, tampoco habrá alimento disponible para su ciclo de desarrollo.
Sin embargo, las autoridades trabajan arduamente, en función de mantener la entrada controlada de aves, con su respectiva verificación. De esta manera, cada productor quedará registrado en una base de datos con sus lotes, de modo que se le pueda dar continuidad a las ferias francas.
Negociaciones para abastecer
Por ahora, el pedido que se está coordinando es de 15 mil pollitos, que serán destinados a la producción local de la Provincia de Misiones. La meta, es reponer el producto exhibido en la feria, lo que podría interrumpir el abastecimiento interno. Posteriormente, los animales irán a faena.
Según los granjeros, desde hace más de un mes no ingresan pollitos bebé a la provincia, cuando cada 15 días recibían la visita de un proveedor. Usualmente, se ejecutaba la faena, sin alterar la cadena de producción de pollo en Argentina. La intención ahora, es obtener 10 mil pollitos cada 14 días para el sustento familiar.
Gestiones
Aunque algunos vendedores reportan la ausencia de esta proteína, los productores agilizan sus gestiones y profundizan en el cuidado de las aves, realizando reformas en sus galpones. En esta ocasión, han comprendido la importancia de las medidas de resguardo, adaptándose a los cambios post pandemia.
Establecer los criterios de salud pública es el objetivo, en aras de evitar la propagación de la influenza aviar. Para ello, se requiere de trazabilidad, de modo que los organismos oficiales estén al tanto de la procedencia y el destino de los animales.
Así mismo, cada productor deberá rendir cuentas sobre la venta, el manejo y las acciones enfocadas en evitar la presencia de aves silvestres.
En promedio, 5 mil productores de pollo en Argentina se dedican a la venta directa del rubro en las ferias francas de Misiones. Debido a la sequía, quienes se enfocaban en el consumo propio iniciaron las labores de faena para subsistir.
Por ende, las autoridades sanitarias insisten en el cumplimiento del protocolo de bioseguridad. Lo cierto, es que la producción ha disminuido en un cien por ciento, lo que impacta negativamente al sector.
Bioseguridad
El tema de la bioseguridad continúa siendo prioridad en la industria avícola, por lo que les invitamos a ver el siguiente webinar con Carolina Romero, médico veterinario.